Champú, la historia de una tradición moderna

¿Habría pensado que el champú, un producto tan esencial para nuestra higiene personal que utilizamos casi a diario, es un invento bastante reciente?

Así es: el champú tal y como lo conocemos se inventó en las primeras décadas del siglo XX. Su historia se originó en la India, y a través de los colonos ingleses llegó a Europa. Veamos cómo.

El champú es un masaje

La costumbre del champú, o champo, se originó en la India y se importó a Inglaterra en la segunda mitad del siglo XVIII. La palabra champo en hindi significa aplicar presión, masajear, y se refiere al masaje de la piel con los dedos cuando se limpia el cabello. Por esta época, el jeque al-Din Mohammad exportó esta costumbre a Europa, abriendo el primer centro de higiene y masajes terapéuticos en Brighton. Entre otros servicios, era posible reservar un champo, o limpieza y masaje de la piel y el cabello.

El champú en el pasado

En el pasado, ha habido muchos ingredientes y rituales para lavar el cuero cabelludo y el cabello.

En el antiguo Egipto, se utilizaba una mezcla de vinagre y agua para frotar el cuero cabelludo y los cabellos. Los romanos, en cambio, utilizaban un tipo de jabón hecho con ceniza mezclada con manteca de cerdo y otras sustancias grasas. En este caso, la limpieza se debía principalmente a la acción ligeramente abrasiva y absorbente de la ceniza, mientras que los aceites disolvían el exceso de sebo en la piel.

En la Edad Media, el champú se elaboraba mezclando alcohol (a menudo brandy) con huevos o incluso azufre. Las mujeres solían llevar el pelo en trenzas y peinados lejos de la cara y lo cubrían con un velo. Esto hizo que el pelo se ensuciara mucho menos.

La invención del champú moderno

El champú tal y como lo conocemos, un detergente que contiene tensioactivos de lavado que producen espuma y limpian la piel, es una invención reciente. Los primeros champús se remontan a finales del siglo XIX y consistían en polvos que se disolvían en agua, inventados por el químico Hans Schwartzkopf. Hasta entonces, el champú se elaboraba hirviendo copos de jabón, a los que se añadían aceites aromáticos. Estos jabones tenían un valor de pH inadecuado para la limpieza del cabello, por lo que es probable que el efecto de pelo encrespado fuera mucho más común en aquella época que en la actualidad. No fue hasta la década de 1930 cuando se comercializó el primer champú similar a los actuales, especialmente formulado para el lavado de la cabeza, cuando se introdujo el primer champú líquido elaborado con ingredientes sintéticos. 

Durante muchos años fue la única opción en el mercado. Hoy en día, la oferta es infinita y hay champús para todas las necesidades. ¿Has probado los champús Insight? Delicados y eficaces, descubre todos nuestros champús y encuentra lo que más te convenga.