Preguntas que
mejoran la vida.

Nuestros frascos y tarros están hechos con un vidrio pulido de color ámbar, agradable al tacto, casi lujoso, que conserva cuidadosamente los cosméticos y los protege de los rayos UV. Su encanto, sin embargo, reside en su humildad. Puede reutilizarse y reciclarse infinitamente, sin perder nunca sus cualidades. Finalmente, cuando termina su vida útil, vuelve a convertirse en arena y se va, sin molestar.

El aluminio de nuestros tubos no pretende ser otro material. Cuando lo aprietas, el tubo se deforma y cambia, como si estuviera vivo. Pero también es duradero, reciclable hasta el infinito y honesto durante todo su ciclo de vida, claramente detallado y documentado. Su trayectoria, desde la extracción hasta la producción, pasando por el uso y el reciclaje, es completamente trazable y permite un análisis preciso del impacto ambiental en cada etapa.

Son esas islas de microplásticos que se asientan en las playas, amenazando los mares más prístinos y todo el ecosistema marino. Se cogen, se procesan y se transforman en nuestras etiquetas, las primeras de la industria cosmética fabricadas con residuos plásticos de los océanos. Ponen solución a un problema y son etiquetas totalmente reciclables al final de su ciclo de vida.

Cada uno de nuestros productos contiene una antena RFID, una tecnología de seguimiento por radiofrecuencia. Este sistema simplifica la logística, haciendo que el inventario, el control de existencias y la manipulación sean rápidos y precisos. Además, garantiza a los clientes de todo el mundo la autenticidad del producto Insight.

Con el programa de upcycling RafCycle, recuperamos nuestras bobinas de etiquetas adhesivas destinadas a la incineración y las convertimos en materiales útiles para nuevos productos. Otra forma de reducir los residuos y promover la economía circular transformando los residuos en recursos.